Hola amigos y amigas. Sí, ya llegó el momento de algunos de los equipos Sudamericanos irse de este mundial de Sudáfrica. Al final, estamos en los octavos y quienes lo pierdan, regresan a sus casas.
Así pasó con Chile y México y, tal vez pasará con el Paraguay mañana. Pero lo cierto es que tenemos que estar muy orgullosos de nuestros países. =) Bueno, pero no estoy aquí para subir un texto como los de periodistas de deportes, en cambio, para compartir con ustedes sobre ¿qué viene ahora? Después que la Copa del Mundo termine para nuestro país.
Muy bien, tengo muchos amigos y amigas en México, y provecho esta oportunidad para enviarles un saludo muy cordial desde Brasil =) Creo que en México pasa lo mismo que en Brasil, o sea, nos quedamos muy atentos con el Mundial y casi ya no podemos tener la misma atención a las otras noticias de la política, economía, violencia y sobre todo más que no sea fútbol.
Y esto es lo peligroso, pues ¿Será que nadie hace algo malo en este tiempo que tenemos las cabezas hacia las pantallas? En México hay una ola, que desafortunadamente, no es como la de los hinchas en los estadios, sino una ola de violencia que pone en jaque la seguridad de todos los ciudadanos de un país.
Ahora que México no está más en Sudáfrica, creo que en las pantallas volverán con mucho más intensidad las noticias e informes sobre inseguridad pública. ¿Pero nada cambiará, siempre sucederá lo mismo? O sea, la violencia sólo sufre una fuerte caída con los partidos de nuestros equipos. ¡Qué raro! ¿No?
No nos olvidemos de los problemas en nuestros países (y no hablo de los en el arco, la defensa, el mediocampo o la delantera), sino a uno mucho más grave que sufrir una eliminación en un Mundial. Pues si no hacemos algo intentando borrar estas enfermedades sociales, la cosa será perfectamente como en la música de dos cantantes brasileños (Víctor & Leo): ♫ Todo es tan real, pero nada es normal ♫
Y estoy convencido que una gran ola de violencia como esta en México no es normal ni en el infierno: la madre de los pecados de la humanidad. ¡Hasta la próxima!
